viernes, 28 de octubre de 2011

Me afecta.



No tiene ningún sentido pero me repito la frase: no me afecta. Como si la voz de mi consciente pudiera pasarlo a mi inconsciente y hacerla real.
No puedo.
Me afecta. Por primera vez, me afecta.y mucho.


No me asombra tanto si lo pienso. Hay cosas, situaciones, que no se eligen: tocan, pasan, llegan. 
Pero que no me asombre no quiere decir que no me sorprenda.


Terca, testaruda, extremista. Mirando la revolución a mi alrededor, en mi interior. Replanteando como no cambiar los paradigmas pero tratar de interpretarlos de otro modo. No se puede. Me niego al cambio y por ahora, voy ganándome a mi misma en esa batalla. Pero... ¿y si no la gano?


El miedo no fue mi mejor consejero, pero si fue mi superhéroe, el que tanto tiempo me mantuvo a salvo. 
Tal y como en un cómic de Marvel, el villano pudo birlar al enmascarado ese que me tiene enmascarada.
Y tal como en aquellos famosos libros que leí a los 10, me toca "Elegir mi propia aventura":
-Si quiere que gane el superhéroe continúe hasta el final del libro que es su vida, conociéndolo: morir ilesa pero sin emociones.
-Si elige darle lugar de juego al villano, abra en una página al azar, no hay forma de saber cómo sigue la historia.
-Si prefiere rendirse y que el villano sea triunfador, sepa que va a llegar al final con el corazón roto, pero lleno.


Y ahora? 










Ajam...

No esperes irte de acá con una sonrisa o con nuevos conocimientos. Esto es catarsis, es indirectas, es directas y es yo.




Gracias MX por ayudarme a expresar mejor la idea...